Estudios sobre el amor identificaron cuatro componentes principales: intimidad, pasión, compromiso y temporalidad.

La intimidad es ese sentimiento de conexión unión y cercanía emocional con alguien, es lo que te hace confiar plenamente en una persona y contarle cualquier cosa acerca de ti y de tu vida y dejar que te vea tal y como eres. La pasión se refiere al deseo sexual y atracción física que sienten el uno por el otro. El compromiso hace referencia al deseo de amar a esa persona sin importar los obstáculos o contingencias, permaneciendo a su lado pase lo que pase. (no cuenta la infidelidad). Es lo que lleva a dos personas a casarse o vivir juntas, bajo la consigna de “para siempre o hasta que la muerte los separe”.

Estos cuatro componentes no siempre se dan juntos. “Al principio de una relación, cuando las dos personas todavía no se conocen, es probable que no exista más que un componente: la pasión. Ambos pueden sentirse tremendamente enamorados, pero aún no ha habido tiempo para que se desarrolle una verdadera intimidad ni se conocen lo suficiente como para saber si desean establecer un compromiso. Aunque este amor apasionado puede ser muy intenso, no es el que mejor predice el futuro de la relación. Por ejemplo, una pareja que decide casarse demasiado pronto, en base solo a una intensa pasión, puede acabar en desastre cuando la pasión se debilita y descubren que no hay nada más entre ellos” (2009 A. Muñoz)

Sin embargo, conforme pasa el tiempo, puede ir desarrollándose uno de los componentes más importantes del amor: la intimidad. Este sentimiento de intimidad surge más lentamente, conforme se van conociendo y van confiando cada vez más el uno en el otro. De este modo surge una mezcla de intimidad y pasión que recibe el nombre de amor romántico.
La temporalidad es un factor trascendental no siempre valorado en su verdadera dimensión, el tiempo puede ser mucho o poco, hay amores de una semana intensos como ellos solos, o de toda una vida (el record oscila entre 82 y 84 años de vivir juntos y lo ostentaron los esposos Herbert y Magda Brown, en Filadelfia) Este viaje en el tiempo del amor con el solo destino de estar justos tiende a cimentar la relación.

El Tiempo es un valor en sí mismo, conforme pasa se acumula un cierto capital emocional y afectivo, en Psicoterapia de Parejas se encuentra frecuentemente como argumento para no romper el, “ya estamos tantos años juntos”.

José Luis Harb
Psicoterapeuta y Sexólogo
Conferencista Internacional y Coach

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